600 g de sardinas abiertas,
4 cebollas,
2 dl de vino blanco,
2 dl de vinagre de Jerez,
4 dientes de ajo,
1 guindilla,
1 hoja de laurel,
unos granos de pimienta negra,
2 pellizcos de pimentón dulce,
1 manojo de berros,
2 cucharadas de alcaparras,
perejil fresco,
12 dl de aceite de oliva extra virgen,
1 cucharada de semillas de cilantro,
sal marina y pimienta negra recién molida.
Disponer las sardinas en capas en una fuente de cristal honda; echar los ajos pelados pero enteros, la guindilla troceada,
la hoja de laurel, sal marina, pimentón dulce, vino blanco y vinagre de Jerez. Tapar y macerar en la nevera 48 h.
Media hora antes de servir, pelar y cortar las cebollas en juliana. Poner en un bol junto con las semillas de cilantro
machacadas, sal, pimienta negra molida y 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Cubrir y reservar 30 minutos.
Lavar los berros y escurrir bien. Aderezar con aceite, vinagre, sal y pimienta.
Al montar los platos, escurrir bien las sardinas, cortar en dos horizontalmente y colocar unos cuantos filetes en cada
plato. Poner por encima unas cuantas alcaparras y un chorrito generoso de aceite de oliva virgen.
Lavar el perejil, picarlo y espolvorear con él las sardinas.
Servir las sardinas acompañadas de un poco de cebolla marinada y de ensalada de berros.
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