480 g de calamares pequeños (18 unidades)
40 g de harina
aceite para freír
1/2 limón en cuñas

Tire con cuidado de los tentáculos para separarlos de la bolsa y retirar los intestinos a la vez.
Separe los intestinos de los tentáculos con un corte bajo los ojos y deseche el pico si aún está en el centro de los tentáculos.
Retire la pluma.
Frote las bolsas de los calamares bajo el chorro de agua para poder desprender la piel con facilidad.
Lave las bolsas y los tentáculos y escúrralos bien.
Póngalos en un cuenco y sálelos.
Tápelos y refrigérelos unos 30 minutos.

Mezcle la harina con una pizca de sal y de pimienta molida en un plato llano.
Llene la tercera parte de una sartén honda con aceite y caliéntelo hasta que al echar un trocito de pan se dore en 15 segundos.
Reboce los calamares en la harina.
Fría las bolsas por tandas de 30 a 60 segundos, o hasta que empiecen a dorarse y ablandarse.
Fría los tentáculos de 20 a 30 segundos, o hasta que empiecen a dorarse y ablandarse.
Tape parcialmente la sartén durante la cocción para evitar salpicaduras.
Escurra los calamares sobre papel de cocina y dispóngalos sobre una fuente de servir.
Sálelos y sírvalos calientes con el limón.