1 besugo de unos 750 g limpio y sin escamas
2 tazas de leche
la mitad de un limón en rodajas
1 hoja de laurel
1/2 cucharadita de pimienta negra en grano
1 cebolla pequeña, cortada en cuartos
1 zanahoria pequeña, en rodajas gruesas
1 rama de perejil fresco
30 g de mantequilla
2 cebollas medianas en rodajas adicionales
30 g de mantequilla adicionales
2 cucharadas de harina
2 huevos duros, troceados
4 patatas medianas (920g) peladas y en rodajas
1/4 taza de queso gruyere rallado
2 cucharadas de pan recién rallado

Precaliente el horno a 180ºC.
Retire la cabeza del pescado y póngalo en una cacerola.
Vierta le leche, añada las rodajas de limón, la hoja de laurel, la pimienta, la cebolla, la zanahoria y el perejil.
Llévelo a ebullición, para que hierva durante 5 minutos y déjelo enfriar.

Retire el pescado de la cacerola, reserve en jugo y escúrralo.
Extraiga la piel y la raspa, desmenuce la carne y apártela.

Caliente la mantequilla en una sartén y fría la cebolla a fuego medio durante 3 minutos o hasta que se ablande y resérvela.

Caliente la mantequilla adicional en una cacerola, añada la la harina y cuézala a fuego lento 2 minutos o hasta que se dore.
Vierta el jugo de pescado, reservado de forma gradual, removiendo, hasta conseguir una mezcla fina.
Sin parar de remover, caliéntelo a fuego medio 2 minutos o hasta que hierva y espese.
Déjela hervir otro minuto, retírela del fuego y agréguele el pescado.

Extienda la cebolla por la base de una fuente de horno.
Cúbrala con la mezcla de pescado y los huevos y vierta la mitad de la salsa preparada.
Disponga por encima las rodajas de patatas uniformemente, de modo que lo cubran todo, vierta la salsa restante y esparza por encima el queso y el pan rallado.
Hornéelo durante 30 minutos o hasta que qeude bien dorado y sírvalo con una ensalada.

Sustituya el besugo por 500 g de eglefino ahumado o bien utilice una mezcla de distintas clases de mariscos.