1 y 1/2 kg de mejillones
700 g de tomates
1 vaso de vino blanco
2 dientes de ajo
1cebolla mediana
1/2 guindilla
2 cuch.de aceite de oliva
1 manojo de perejil
sal y pimienta blanca molida
Pelar y picar muy fino la cebolla y los dientes de ajo. Sofreír en una cazuela con el aceite de oliva y la guindilla.
Agregar el tomate pelado, sin pepitas y triturado.
Remover y seguir sofriendo unos minutos a fuego alto.
Añadir los mejillones lavados y raspados. Rehogar unos minutos.
Agregar el vino blanco y dejar cocer en la cazuela, tapado, durante 3-5 minutos, hasta que se abran los mejillones.
Sazonar con sal y pimienta blanca molida y espolvorear con el perejil picado. Servir los mejillones y la salsa caliente
acompañados de unas rodajas de pan tostado.
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